Bienestar 4 de marzo de 2021
Encontrar el par de zapatos deportivos adecuado no es tan fácil. Afortunadamente, hay buenas razones para no usarlos de vez en cuando. Los zapatos no siempre tienen sentido para ciertos entrenamientos: los entrenamientos descalzos tienen una serie de beneficios. En este artículo descubrirás por qué no necesitas tus Nike para tu próximo entrenamiento.
Entrenamientos descalzos: Los beneficios del entrenamiento descalzo
También es posible que hayas notado cuántos influencers del fitness levantan pesas, bailan, hacen entrenamiento HIIT o incluso trotan descalzos sin zapatos. No es solo una moda, es nuestro estado natural y prístino. Déjate convencer de las ventajas de los entrenamientos descalzos:
- Mejora la propiocepción. Esta palabra complicada describe nuestra conciencia de la posición y el movimiento de nuestro cuerpo en el espacio. Imagínese tratar de escribir en un teclado mientras usa guantes gruesos y acolchados. No puedes sentirte bien con lo que estás haciendo y probablemente terminarás con una palabra como «charla». De manera similar, cuando las plantas de tus pies tocan el suelo, pequeños nervios sensoriales absorben impulsos y envían esas vibraciones a tu cerebro. Esto le permite sentir sus movimientos de manera más eficiente, tener una mejor idea de su entorno y una mejor sensación de equilibrio.
- Pies y tobillos más fuertes y flexibles. Uno de los beneficios más obvios de los entrenamientos descalzos es el fortalecimiento de los pequeños músculos estabilizadores de los pies. Los zapatos hacen que tus pies y tobillos se vuelvan perezosos; si te los quitas, sentirás que tus músculos trabajan para mantenerte erguido y equilibrado. Cualquiera que entrene regularmente descalzo forma una base sólida en todo el cuerpo.
- prevenir lesiones. Un esguince de tobillo sucede más rápido de lo que piensas. Los entrenamientos regulares descalzos también tienen un efecto beneficioso en el entrenamiento. Con quitarse los zapatos. Al desarrollar fuerza, estabilidad y mejores reflejos en tus tobillos y pies, obtendrás un mejor sentido de la forma. No solo puede prevenir problemas ortopédicos: los pies débiles se compensan con todo el cuerpo, desde las rodillas hasta los muslos y el cerebro.
- Es natural. A todos, por supuesto, nos encanta la sensación de estar descalzos: así es como la mayoría de nosotros aprendimos a caminar cuando éramos niños pequeños y así es como nuestros antepasados entrenaban antes de que existieran los zapatos. Muchos pueblos indígenas pasan toda su vida con los pies descalzos (y sanos). Caminan por bosques y desiertos sin protección en forma de zapatos y, sin embargo, no sufren de juanetes, callos, pie de atleta, uñas encarnadas o pies planos, todos problemas causados únicamente por los zapatos.
Andar descalzo debe ser una transición lenta. Tus pies necesitan acostumbrarse, por lo que es importante calentar adecuadamente para evitar lesiones durante el ejercicio. Además, evite ir directamente a los entrenamientos completos descalzos. Correr sobre arena húmeda y plana es un excelente lugar para comenzar y puede ayudar a reducir el riesgo de distensiones de tendones o ligamentos tirados.