Nutrición 8 de febrero de 2021
Las sustancias amargas son realmente buenas para usted y su cuerpo. Aquí te explicamos por qué deberías comer más.
Fortalecen el sistema inmunológico
¡Las sustancias amargas fortalecen el sistema inmunológico porque alrededor del 80% de nuestras células de defensa se forman en los intestinos y las sustancias amargas mantienen nuestros intestinos saludables! Las sustancias amargas también ayudan a humedecer las membranas mucosas (¡importante para mantener alejadas las bacterias!) y favorecen la circulación sanguínea. Otra hipótesis afirma que las sustancias amargas son percibidas como «veneno» en el cuerpo y por lo tanto el cuerpo aumenta sus defensas. Los humanos tenemos receptores para las sustancias amargas en casi todo el cuerpo y tomarlas puede tener un efecto antiinflamatorio e inmunorregulador.
Favorecen una buena digestión
Las sustancias amargas permiten que los órganos desarrollen su función completa y absorban de manera óptima los nutrientes de los alimentos. Las sustancias amargas estimulan la producción de jugo gástrico y saliva y promueven la actividad del páncreas y la bilis. La actividad hepática también es movilizada por sustancias amargas, lo que estimula todo el proceso digestivo.
Te ayudan a perder peso
¡La buena digestión y el buen funcionamiento de los respectivos órganos estimulan la digestión de las grasas! Al mismo tiempo, el sabor amargo ayuda a reducir los antojos de dulces y a frenar los antojos. Las sustancias amargas nos hacen sentir satisfechos más rápido y, al mismo tiempo, también tienen menos calorías que los alimentos dulces, salados o grasosos, ¡por lo tanto, pueden ayudar a perder peso el doble!
Trabajan contra el estrés
Dependiendo de la dosis, las sustancias amargas pueden estimular tanto el sistema nervioso simpático como el parasimpático y, por lo tanto, proporcionar energía y tener un efecto relajante. A través de una buena digestión y eliminación, las sustancias amargas también aseguran la regeneración. Dado que nuestros intestinos tienen innumerables receptores nerviosos, también tienen un gran impacto en nuestro bienestar general. Por lo tanto, no se debe subestimar un intestino sano y que funcione bien cuando se trata de bienestar psicológico.
¿De dónde saco mis sustancias amargas?
- Lo mejor en productos naturales, especialmente frutas y verduras orgánicas, ya que hoy en día las sustancias amargas solo se “eliminan” de las frutas y verduras. Por lo tanto, es recomendable comprar verduras y frutas orgánicas en los mercados semanales o de los agricultores.
- Estas verduras son particularmente ricas en sustancias amargas: rúcula, achicoria, colinabo, alcachofas, berenjena, brócoli, pimientos verdes, hinojo, col y rábanos.
- Algunos tipos de frutas también contienen una buena dosis de sustancias amargas. Incluyendo pomelo o kumquat.
- Muchas especias y hierbas también ayudan a integrar sustancias amargas en nuestras comidas diarias. Estos incluyen canela, jengibre, salvia, romero, albahaca, cilantro, cúrcuma, alcaravea, clavo, mejorana, lavanda y diente de león.
- Algunas bebidas también caen en la categoría «amarga», como habrás adivinado: café, té verde, tés de hierbas alcalinas y cerveza (aunque esta última no es una bebida baja en calorías o que revienta los antojos).
- De lo contrario, puede comprar una mezcla de gotas de hierbas en farmacias o droguerías que ya contenga varias hierbas amargas diferentes. El conocido italiano Fernet Branca también puede hacer bien aquí.
Consejo al final:
¡Amargo, con moderación, es saludable para el cuerpo! Solo tenga cuidado con los calabacines amargos: estos pueden ser vegetales en mal estado, lo que puede provocar una intoxicación alimentaria. Además, incluso una tintura de hierbas amargas no ayudará a alguien que solo come comida rápida. Por eso, como siempre: ¡una dieta equilibrada marca la diferencia!